Un comunicador social se caracteriza por tener conocimientos sólidos en áreas como la comunicación, la publicidad, la mercadotecnia, el periodismo, la investigación social y la producción de contenidos multimedia.
Asimismo, cuenta con habilidades para la gestión de proyectos de comunicación, el diseño y ejecución de campañas de comunicación, la elaboración de estrategias de marketing y el desarrollo de estudios de mercado. En consecuencia, cuenta con habilidades sociales para el trabajo en equipo, la negociación y la gestión de conflictos.
Todo ello, lo complementa con competencias en el manejo de herramientas tecnológicas para la comunicación, tales como software de edición de video, diseño gráfico, producción de radio y televisión, gestión de redes sociales, entre otros.
En cuanto al campo de trabajo, los comunicadores sociales pueden desempeñarse en diversas áreas, como consultoría, medios de comunicación bien sean tradicionales (prensa escrita, radio, televisión) como medios digitales. Pueden además desempeñarse en organizaciones privadas o públicas, a través de la gestión de comunicación corporativa, marketing, publicidad, campañas con fines específicos y relaciones públicas.
La dinámica social les permite además poder desempeñarse en áreas de comunicación y marketing político, en donde participar del desarrollo de imagen de candidatos, campañas electorales, entre otros.
En resumen, el perfil de un comunicador social se caracteriza por una combinación de conocimientos técnicos y habilidades sociales, y su campo de trabajo puede abarcar diversos sectores y áreas de especialización.